Ruta de los molinos
El molino era una de las construcciones fundamentales de la economía de estos pueblos. Se trata de los conocidos como "rastreros", es decir, provistos de una maquinaria elemental y con capacidad para moler el grano en determinadas épocas del año, cuando el caudal de los arroyos no era excesivo. Su tamaño es pequeño, y se ubican, como decimos, en pequeños arroyos. Se cubrían de paja o losa. Normalmente poseían un único juego de muelas y, por tanto, un "rodezno" que se movía con el impulso del agua. Su propiedad era compartida, normalmente heredada de padres a hijos o familia a familia, repartiéndose el día y las horas de molienda entre los vecinos participantes.
En el municipio existen molinos repartidos por los pueblos de Bárcena, San Pedro y Otero, destacando éstos últimos por estar rehabilitados.
Cogeremos la carretera que nos lleva hacia Otero de Naraguantes y subiremos a la Plaza del pueblo, y en esa misma plaza podemos admirar el primer molino rehabilitado para poder contemplar esta pequeña construcción rudimentaria que servía para moler el grano procedente de las cosechas y que era compartido por los vecinos para obtener el alimento para sus ganados.
Ascenderemos por un camino paralelo al molino que hemos visto para encontrar los otros tres, también rehabilitados y de paso disfrutar de un agradable paseo y paisaje que se nos brinda a nuestro paso.
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