Fue un castro pre-romano, y como las demás localidades su origen es agrícola, y de esa tradición sus habitantes se empeñan en conservar alguna de ella, como la mítica maja que recuperan año tras año.

El Camping de Lillo se encuentra emplazado en un mirador natural, desde el cual podemos contemplar las montañas próximas y disfrutar de la preciosas vistas naturales que desde el mismo se nos ofrece.

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La realidad minera sigue vigente en Lillo, en la GRAN CORTA, mediante un sistema de minería de transferencia y voladuras especiales de grandes desplazamientos. La restauración del terreno se realiza posteriormente para que la recuperación del entorno sea completa cumpliendo los requisitos comunitarios.

Posee la iglesia de Sta Maria, que conserva su torre y su crucero primitivos, en ella se conserva la imagen de San Antonio, cuya festividad se celebra en Junio.

Sus gentes siguen aún conservando su terreno de cultivo, y en sus ratos de ocio o como una dedicación en la que llenar su tiempo, puesto que en su mayoría son jubilados o pre-jubilados de la minería.